Tengo una jornada muy larga, bailo flamenco, soy ama de casa y tengo una hija.
De lunes hasta viernes, mi día comienza a las seis y media, levanto a mi hija y después de desayunarla llevo a ella a la escuela.
Hago caminata a las ocho, la actividad física es rundamental para estar en forma.
Cuido mi casa por el resto de la mañana.
Como al mediodía con mi hija y las catorce menos diez voy a dar clase de flamenco. Mis alumnas son cincuenta y dos.
Soy profisional, soy creativa, bailando con el alma( si no vale la pena), tengo que enseñar, con paciencia y comprensión.
Lo mejor es ver el compromiso de ellas y un brillo en sus ojos cuando bailan.
Casi siempre salgo de la academia a las veintitrés y me acuesto a la una.
Mi rutina es muy grande, pero mi competencia tambiém es.
Los fines de semana invito a mis amigos, voy al cine con mi hija, hago paseos com ella y no divertimos mucho.
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